EL PADRE DEL SARGENTO JHONANDER: “UN GENERAL HIZO FIRMAR A MI HIJO QUE NO HABÍA VISTO NI OÍDO NADA”

  • 10 March 2017
  • aser

super puma ejercito del aire

@teresacardenes

El 20 de marzo de 2014, a las 12:00 del mediodía, el sargento Jhonander Ojeda Alemán llegó a la Base Aérea de Gando, en Gran Canaria, como único superviviente del siniestro que 15 horas antes había estrellado y hundido en el océano Atlántico un helicóptero del SAR, arrastrando en su interior hacia la muerte a cuatro militares. Jhonander tenía el rostro lleno de cortes y heridas. Había salvado la vida al romper con la cabeza un ojo de buey de la aeronave siniestrada cuando se hundía en el mar, estaba exhausto tras pasar la noche en vela en el barco de la Armada que lo rescató y tenía el alma devastada por la desaparición de sus cuatro compañeros. Su padre, Francisco Ojeda, ha testificado ante un juez que apenas una hora después de su llegada a tierra, un general del Ejército del Aire hizo firmar al sargento Jhonander “un pacto de silencio”. El compromiso le obligaba a sostener “que no había visto ni oído nada” de lo sucedido en el helicóptero accidentado segundos antes de que este cayera en picado al mar tras escucharse un fuerte estruendo en la cabina. Jhonander murió apenas año y medio después en un segundo accidente de otro helicóptero del SAR que también se estrelló en el Atlántico, con un balance de tres víctimas mortales.

EL PADRE DEL SARGENTO JHONANDER: “UN GENERAL HIZO FIRMAR A MI HIJO QUE NO HABÍA VISTO NI OÍDO NADA”

Francisco Ojeda, el padre de Jhonander, reveló la existencia de este pacto obligado de silencio el día 23 del pasado mes de enero, cuando fue citado como testigo ante el juez togado militar que instruye la causa de los dos siniestros del SAR en aguas de Canarias. Según esta declaración, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso esta web, Jhonander fue conminado por un general a firmar un documento por el cual se obligaba a no revelar ningún detalle de lo ocurrido antes del fatal accidente, que le costó la vida a tres pilotos y otro sargento mecánico. “El general”, explicó el padre al juez, “le había hecho firmar un documento que era como un pacto de silencio, (…) le había hecho firmar que no había visto ni oído nada y que cuando se dio cuenta se hallaba en el agua”. Quince días después, durante una reunión con el padre, el mismo general pidió a Francisco Ojeda que le recordara a su hijo la conveniencia de cumplir el acuerdo de silencio. Según el mismo testimonio, el general le ofreció ayuda para intentar insertar en el Ejército al hermano menor de Jhonander Ojeda e incluso le hizo llegar una carta de recomendación para que la esgrimiera en la Delegación del Ministerio de Defensa en Las Palmas.

LEER MAS...

Contenido relacionado